La primera diferencia que encontramos tiene que ver, precisamente, con su cultivo y su huella ‘ecológica’. La mayoría de los productos higiénicos convencionales están fabricados con celulosa, que procede de la madera. ¿Qué significa esto? Que para su producción masiva se talan millones de hectáreas de árboles y para su procesamiento se malgastan recursos vitales y finitos (agua y energía).
Apostar por productos elaborados con algodón ecológico evita la sobreexplotación de bosques mientras que, al poseer el sello de sostenibilidad GOTS, se garantiza que sus agricultores tienen un salario mínimo y vital, condiciones de trabajo seguras e higiénicas y un horario laboral no excesivo.
Pero aún más diferencias entre el algodón 100% natural y el algodón convencional. Estas son cuatro de las grandes diferencias que lo cambian todo:
- El algodón ecológico no contiene pesticidas ni fertilizantes sintéticos. Sin embargo, en el cultivo de otro tipo de algodón sí se emplean químicos tóxicos para el control de plagas y malas hierbas que contaminan suelos y acuíferos. Por el contrario, el cultivo de algodón ecológico ayuda a generar más O2 y preserva la capa de ozono.
- El algodón ecológico ayuda a mantener el equilibrio entre calor y humedad en la piel. A diferencia de fibras sintéticas súper absorbentes que pueden deshidratar las mucosas o el plástico que puede generar un microclima óptimo para bacterias, hongos, etc., el algodón ecológico retiene el flujo justo, favoreciendo que la piel respire.
- El algodón ecológico está libre de perfumes y otras sustancias químicas. El algodón ecológico está purificado sin cloro u otros químicos empleados para blanquear otras sustancias como la celulosa como el rayón o la viscosa. Tampoco utiliza productos artificiales para perfumar o enmascarar el olor. Si el algodón no lo lleva, tu piel no lo sufre.
- El algodón ecológico es compatible con el pH fisiológico. Esto significa que no altera la acidez de la mucosa vaginal (que es nuestra barrera protectora natural). Además, al estar dermatológicamente testado, atenúa y ayuda a prevenir los riesgos de irritaciones, picores, infecciones y alergias.
Por todo esto, no es de extrañar que el algodón ecológico sea el más recomendado por ginecólogos, matronas y obstetras para los productos de higiene menstrual e íntima, así como aquellos específicamente pensados para el cuidado durante el postparto y lactancia.