Los siguientes consejos son genéricos y por lo tanto:

• Si eres deportista o realizas otras actividades físicas exigentes.
• Estás embarazada.
• Sufres algún tipo de enfermedad.
• O simplemente te quieres poner a régimen.

Acude a tu médico de cabecera o un especialista profesional (endocrino titulado) para que estudie tu caso concreto y ajuste la dieta a tus necesidades personales.

Y por favor, no pongas en peligro tu salud con dietas milagro.

Una dieta equilibrada se compone de:

5 comidas diarias, donde los alimentos se repartan de la siguiente forma:

• 25% en el desayuno
• 10% en el tentempié
• 30% para el almuerzo
• 10% en la merienda
• 25% para la cena

Es importante que no te saltes ninguna de estas comidas (porque eso no ayuda a adelgazar) y evita picar entre horas (porque justo esto es lo que más engorda).

• Toma al menos 1,5 de agua al día, es decir 8 vasos.
• Los lácteos, para que el calcio mantenga tus huesos fuertes. Mejor si es leche o yogures semidesnatados.
• Las proteínas, para fortalecer tus músculos. Mejor si eliges pescado o ave, limitando la carne roja.
• Toma al menos 2 raciones de legumbres variadas a la semana, porque además de proteínas, son un gran aporte de fibra.
• Y no superes más de 3 huevos semanales.
• Las frutas y verduras han de ser muy abundantes, tanto crudas como ligeramente cocidas, porque la cocción prolongada destruye las vitaminas.
• Las frutas y verduras además de vitaminas aportan carotenos, hidratos de carbono, fibra, ácido fólico y sales minerales imprescindibles para tu salud.
• Los cereales, pan y la pasta son fundamentales para la dieta, y mejor si son integrales porque aportan mucha fibra.

No abuses de la comida rápida, la bollería industrial, las chucherías ni alimentos fritos.