¿Cómo funciona la píldora?
Una píldora al día, a la misma hora, durante 21 días, con una semana de descanso y cuyo nivel de estrógenos y progestágenos previene la ovulación. Se trata de un mecanismo muy sencillo, aunque se requiere puntualidad y no fallar ninguna toma, por lo que si eres una persona que tiende a la desorganización, quizá no sea tu mejor método.
¿Cuáles son sus efectos secundarios?
Por el uso de diferentes porcentajes de hormonas femeninas, la pastilla suele venir acompañada de numerosos efectos secundarios que, sin embargo, no afectan a todas las mujeres por igual. Los más comunes son el aumento de peso, el descenso de la libido, dolores de cabeza y migrañas, o depresión, pero no son los únicos ni se presentan siempre con la misma intensidad.
¿Son iguales para todas las mujeres?
Son efectos notables que dependen de cada mujer y de la cantidad de hormona que presente cada formulación, por lo que se recomienda consultar la solución menos agresiva con el médico o ginecólogo.
¿Es el método más común e infalible?
La pastilla es un método contraceptivo común pero no es el único. El abanico de alternativas es muy amplio: preservativo masculino, preservativo femenino, anillo vaginal, DIU, diafragma o capuchón cervical, parches… Cada una de ellas presenta pros y contras. Hay métodos de barrera (impiden el paso del esperma al útero), métodos hormonales y químicos, para los que se necesita prescripción médica, y métodos irreversibles.
¿La ‘píldora’ se ajusta a tus necesidades y perfil?
El quid de la cuestión. No existe el método perfecto, pero sí el que mejor cubre tus necesidades y estas son diferentes según cada mujer. Por ejemplo: el método anticonceptivo de una mujer con pareja estable o que practica sexo con la misma pareja con frecuencia debería no ser el mismo que el de una mujer que practica sexo con menor frecuencia o con poca asiduidad. ¿Por qué?
No tengo pareja estable: ¿es mi método?
Si tenemos diferentes parejas o relaciones poco estables o esporádicas, lo ideal es contar con un método que nos sirva de protección frente a las diferentes enfermedades de transmisión sexual. En este caso, la pastilla no es el adecuado.
¿Qué puedo hacer para evitar los efectos secundarios?
Los efectos secundarios son, para muchas mujeres, imperceptibles, pero para otras son un peaje innecesario y una mochila de molestias que no están dispuestas a asumir. Valorar otras opciones de entre las muchas alternativas que existen con métodos de barrera, menos invasivos para tu cuerpo.
¡Recuerda! Las hormonas son un elemento clave en nuestra salud general y velar por su equilibrio natural es algo que debemos fomentar. Además, tener una pareja estable no debería ser el único requisito indispensable para utilizar un método hormonal pues los efectos secundarios deben ser valorados por ambas partes. ‘Infalible’ no siempre es ‘mejor’.
Edad, pareja, hábitos y estilo de vida… Tu decisión es sólo tuya, lo importante es ajustar su uso a la necesidad real y saber que existen alternativas (femeninas y masculinas) entre las que escoger la que, realmente, mejor se adapte a ti.