¿Sorprendido o sorprendida? Sí, a menudo pensamos en algodón como una fibra textil o como un producto directamente elaborado para consumir, pero no es así. El algodón es ‘naturaleza’ y está en ella, y por eso en este post queremos insistir en que precisamente por ser un producto natural, posee unas excepcionales características muy beneficiosas para la higiene femenina.
Como no sabemos si la RAE nos hará caso y modificará las diferentes acepciones del término para incluir está visión, no queremos perder la ocasión de recordarte que solo los productos elaborados con algodón natural ayudan a reducir y prevenir irritaciones y alergias. Solo el algodón 100% natural. No el que lo parece.
En primer lugar porque el algodón es compatible con el pH fisiológico. Esto significa que no altera la acidez natural de la mucosa vaginal. En segundo lugar, porque es transpirable. Una propiedad gracias a la cual no solo retiene el flujo, sino que permite el paso del aire a través de sus fibras.
En tercer lugar, porque es hipoalergénico. Más adelante tendremos ocasión de detenernos en este término, pero de momento nos basta con saber que es clave para ayudarnos a disminuir riesgos de picores, infecciones y alergias. Por último, nos ayuda a garantizar un nivel óptimo de humedad, permitiendo el justo intercambio de humedad con el exterior, reduciendo la deshidratación. Un equilibrio que en verano o en temperaturas extremas es de agradecer, ¿verdad?