4.- Agua!!!
Ten agua siempre a mano y no esperes a tener sed para beber. Lo ideal sería que bebiésemos a diario entre 1,5 y 2 litros. Recuerda que las frutas y verduras, consomés e infusiones son una excelente manera de seguir hidratándonos. Los beneficios de estar hidratados son tantos que no caben en este post, aunque pronto le dedicaremos uno.
5.- Ejercicio, regular
¡Sin excusas! El día sigue teniendo 24 horas pero las ganas de estar fuera de casa se multiplican por 5. Así que aprovecha y dedica una hora al día a dar ese paseo ligero, la clase de zumba, el Pilates, el yoga, el crossfit. No importa la intensidad… la clave está en la regularidad. ¿A qué esperas para empezar?
6.- Aprende a parar
La primavera nos da alas para realizar muchas más actividades, asistir a eventos, citas, reuniones, practicar ejercicio e incluso alargar la jornada laboral más de lo recomendable… Pero hay una lección muy importante que debe entrar en juego: aprender a parar. Ser conscientes de que tampoco hace falta estar las 24 horas del día en marcha y de vez en cuando, decir que no. Toma unos minutos diarios en relajarte. Un paseo, un baño relajante, una lectura reposada… Cuerpo y mente te lo agradecerán.
7.- Tu actitud en el centro
Porque la primavera no es un reloj exacto que se inicia el 21 de marzo. La primavera es una actitud, una manera de enfrentar la vida y el día a día. La primavera es luz y energía, es vitalidad y optimismo y crecimiento, y eso es algo que también se contagia y está presente en los pequeños detalles.