Pero lo cierto es que el ciclo menstrual interviene en el rendimiento deportivo, como lo hace el tiempo o el ciclo del sueño. Es una relación coherente y lógica que hay que entender para saber extraer el máximo beneficio. Porque el rendimiento deportivo no es ajeno a las fluctuaciones hormonales. No es mejor ni peor, es diferente. Hay fases, como la folicular y la ovulación, que se presentan mucho más idóneas para la práctica deportiva.
Sin embargo, durante la menstruación, que dura entre unos 3 y 6 días, el nivel de rendimiento deportivo suele descender. Entre otros, hay que destacar que la pérdida de hierro es determinante. Pero no por ello el ejercicio debe eliminarse de la rutina, sino que debe adaptarse con la programación de otro tipo de sesiones y hábitos de menor intensidad.
En un artículo de El País, leíamos a la campeona de España de maratón y subcampeona de España de 3.000 metros obstáculos, Tamara Sanfabio hablar sobre ello: “He tenido competiciones en las que he rendido bien estando con la regla o con los síntomas premenstruales (que en ocasiones son casi peores). Pero de forma general, y en mi caso, creo que he competido mejor con la regla en pruebas de resistencia -se refiere al maratón- y peor en otras de las de intensidad -en la época que participaba en los 3.000 metros-“.
No debemos olvidar que cada mujer es diferente y que tener la regla no es sinónimo de menor rendimiento, solo de un rendimiento diferente. De hecho, cabe señalar el estudio realizado por científicos en colaboración con la red social para deportistas Strava y la app FitrWoman, que pone de relieve que para el 78% de las más de 14.000 mujeres de diferentes países del mundo estudiadas, el ejercicio aliviaba las molestias derivadas del ciclo menstrual.
¿Te animas? Ya no hay excusas para parar y sí para sumar un motivo más por el que practicar deporte.