Como ya hemos repetido en más de una ocasión, se estima que durante sus años fértiles una mujer puede desechar hasta 20.000 productos de higiene menstrual, entre tampones, protegeslips y compresas. Si multiplicamos ese número por los millones de mujeres que habitamos en la tierra y colocáramos todo ese volumen en línea recta, da miedo hasta imaginar la de vueltas a la Tierra o a la Luna a las que equivaldría semejante cantidad. Cada mes, todos los meses y en todas partes del mundo.
La menstruación es uno de los fenómenos naturales que más y mejor conectan a las mujeres con la naturaleza. Por eso es imprescindible que sigamos unas pautas para que este acto ‘natural’ no pase factura al medio ambiente y vaya ‘contra natura’. La clave: escoger productos elaborados solo con algodón 100% ecológico.
¿Por qué escoger algodón ecológico certificado?
Si nos fijamos en el mercado, veremos que desde hace lustros, la mayoría de los productos higiénicos convencionales están fabricados con celulosa, que procede de la madera. ¿Sabías que para su producción masiva se talan millones de hectáreas de árboles y para su procesamiento se malgastan recursos vitales como el agua y la energía? La deforestación es uno de los grandes enemigos del medio ambiente.
No solo eso. Muchos productos contienen, además, otras sustancias sintéticas: perfumes o polímeros superabsorbentes, viscosa o rayón. Por eso, escoger algodón natural es la mejor opción para tu salud menstrual y también para la salud del planeta. Debemos hacerlo, además, con la certeza de que este cumple con certificados ecológicos de calidad. Esto no solo ayuda a reducir y prevenir los riesgos de irritaciones, picores, infecciones y alergias (por eso es el que recomiendan ginecólogos, matronas y obstetras), sino que su cultivo deriva en una serie de beneficios más urgentes que nunca. Además de evitar la tala de árboles, fortalece el suelo con la rotación de cultivos (frente al monocultivo), siendo mucho menos agresivo con el terreno. También es capaz de mantener un equilibrio entre las plagas y sus depredadores naturales a través de un suelo saludable ya que no emplea insecticidas, pesticidas altamente tóxicos y espráis aéreos contaminantes. Es solo un ejemplo de los beneficios derivados de un acto tan sencillo como escoger un producto elaborado con algodón ecológico u otro que solo ‘imita’ el algodón. Solo debemos fijarnos en su composición para poder elegir ‘cuidar’ el planeta mientras nos cuidamos a nosotras mismas.
¡Importante! Más allá del algodón utilizado en cada producto, es muy importante fijarnos en los elementos externos que acompañan al producto, como el envoltorio o envase. También en el aplicador, en el caso del tampón. Escoge siempre un aplicador de cartón 100% biodegradable que facilite su reciclaje.