¡Para qué engañarnos! Nos hemos sentido muchas veces así, regular o mal… pero, paradójicamente, no hay ningún anuncio de compresas y tampones que nos haya invitado al descanso, al reposo. A dejar sentir ese peso. Al contrario.
Más bien lo han borrado. Dibujan una mujer ligera, activa: que baila, salta, se baña, trasnocha. Una mujer irreal. Una mujer… que, en fin, ya quisiéramos ser en sueños. Una mujer… sin menstruación ‘a la vista’. Palpable.
La publicidad ‘menstrual’, como en cualquier ámbito, propone una solución a un problema. Y precisamente ahí es dónde está el problema. Porque la regla no es un problema a evitar, esconder o vencer.
Quizá hayas oído hablar del síndrome FOMO. Se refiere al acrónimo de ‘fear of missing out’) y significa miedo a perderse algo o a quedar excluido de un evento, un plan, etc. Las redes sociales han sido el caldo de cultivo perfecto llevando a muchos adolescentes a sufrir este síndrome estando permanentemente conectados para no perderse nada.
Durante años -e incluso aun ahora-, la menstruación se ha mirado con un filtro similar. ¿Parar? ¿Estamos locos? No, no… Mejor corre, salta, baila y nada. Que nada te pare porque no hay que parar.
En estos días (en los que por circunstancias sobre las que no vamos a detenernos -no en esta ocasión-, muchos se han visto obligados a parar) es momento de reflexionar sobre lo que esperamos de la menstruación: ¿vivirla con naturalidad, respetando nuestras necesidades y tiempos… o acelerando el ritmo, invisibilizando todo lo que verdaderamente sentimos (ese peso que apuntábamos al inicio)?
La higiene menstrual debe ser entendida como un aliado y no como una cura ni una solución a un problema. Así lo vemos nosotros y así queremos compartirlo contigo. ¿Te apuntas?